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Diferenciarse es la clave. Tener lo que los demás no tienen, resaltar, ser diferente.

En una época en la que hay tanta gente buscando empleo y en la que se presentan centenares de currículum para una misma oferta de trabajo, esta diferenciación es más importante que nunca.

La titulación académica es importante, también la experiencia laboral. Pero en un momento como este, en el que cada vez hay más titulados buscando empleo, pueden llegar a ser otro tipo de características las que acaben abriéndote las puertas del mundo del trabajo.

Idiomas, cursos, masters, experiencias extracurriculares… son algunos de los elementos que puedes explotar a tu favor, si sabes cómo hacerlo.

Como mentor y consultor, frecuentemente escucho la pregunta maestra: ¿Cuál es el trabajo perfecto? Por lo que me he propuesto escuchar opiniones de diversas personas y he aquí las respuestas más comunes y curiosas que encontré:

• Ginecólogo / obstetra
• Camarógrafo de Playboy
• Jugador de futbol
• Empleado de Durex probando productos nuevos
• Corredor de autos
• Ben Southall en la Isla de Hamilton en la Gran barrera de Coral Australiana
• Titiritero

Lo más curioso para mí, fue que de todos los que opinaron, ninguno estaba satisfecho con lo que hacía o había decido estudiar. Además, que si observamos las respuestas comunes, todas fueron interpretadas como algo jocoso o inalcanzable, más que una meta propuesta o soñada.

¿Te has puesto a pensar alguna vez, que lo que generalmente llamas “buscar un empleo”, es en realidad participar del concurso “un empleo buscándote a ti”, entre cientos de postulantes?

¿Te has puesto a pensar alguna vez, que esa podría ser una de las razones por la que la mayoría de la personas odia su trabajo?

¿Te has puesto a pensar alguna vez, en salir a buscar el empleo y compañía que realmente quieres, y dejar de ir a sortearte entre las que están buscando?

Las oportunidades son infinitas, muchos buscan el trabajo por lo que van a ganar, pocos por lo que van a disfrutar. Hay trabajos mal pagados, el jefe es un dictador, la compañía no aprecia a sus empleados… por otro lado, quizás no te paguen tan mal, pero debes trabajar 20 horas, o soportar un ambiente degradante o un trato inhumano, pero es el que te dieron y al parecer, te ves obligado a renunciar a tus intereses por esos que te dicen que si ya lo tienes, resiste. Recuerdo cuando mi padre me decía –Usted tiene que hacer caso y quedarse cayado. Nunca discuta pues el trabajo hay que respetarlo y sus superiores son los que mandan–. Qué gran error y que poca visión de la realidad.

Con las cada vez mas escasas posibilidades de diferenciarse en un cada vez más competitivo mercado laboral, una de las opciones elegida por muchos es la de realizar un máster. Máster hay prácticamente de todos los gustos y colores (aquí ya comenté el de comercio internacional del ICEX). Hoy me centraré en probablemente los más valorados en la actualidad: los MBAs, qué tipos existen y cuales se adecuan más a nuestro perfil.

Básicamente la división a realizar es programas MBA a tiempo completo, para los que tendrás que dejar tu ocupación actual y programas MBA a tiempo parcial y por tanto compaginables con tu actividad laboral.

Programas a tiempo completo

Los programas MBA a tiempo completo suelen tener una duración de dos años aunque existe la variante de uno. El programa de dos años es la opción más popular y la elegida por la mayoría de profesionales con dos o tres años de experiencia. Sus principales ventajas son el poder configurarte las asignaturas y clases a tu medida, tener más tiempo para preparar tu salida profesional a los dos años y las prácticas que podrás realizar en el primer año son muy numerosas. Su principal problema es el coste de oportunidad (y financiero) que supone dos años dedicados exclusivamente a estudiar. Mi recomendación para este tipo de programas es que si uno va a invertir dos años en formarse y buscar nuevas oportunidad, lo mejor es hacerlo es los principales programas, los que más valorados estén en el campo al que quieras orientar tu carrera, que estén en puesto alto en el ranking (una de las formas valorar un MBA es con el salario medio que perciben los estudiantes del mismo al terminarlo) y que ofrezcan posibilidades de estudiar por ejemplo semestres en otras escuelas de negocio del mundo (y con ello aumentar tu red de contactos, uno de los grandes atractivos de estos programas).
Estos programas a tiempo completo también existen de un año de duración, siendo el título obtenido idéntico. El nivel de exigencia en este tipo de MBAs suele ser muy elevado y estresante lo que puede derivar en que la experiencia no sea completa. Al no tener además periodo vacacional entre semestres no suelen ofrecer prácticas en empresas, lo que te impediría poder tener un primer contacto con el sector al que quieras enfocar tu carrera (en caso que sea distinto al que te encontrabas).

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